El Arte
Mercantilizado NO es Cultura
Ya que el fin de
la obra no es la idea ni la creación de su autor, si no su venta.
La obra se convierte en mercancía y lucro .
No representa la realidad social ni cultural de su entorno.
Por este motivo el proceso cultural se encuentra estancado, ya que carece de valor.
El artista ya no es el creador, si no mero peón-fabricante, empleado del gran comercio artístico y su idea está condicionada por el mercado, “el consumidor del arte”.
No representa la realidad social ni cultural de su entorno.
Por este motivo el proceso cultural se encuentra estancado, ya que carece de valor.
El artista ya no es el creador, si no mero peón-fabricante, empleado del gran comercio artístico y su idea está condicionada por el mercado, “el consumidor del arte”.
El arte natural ,
espontáneo, es fruto de la relación de un artista con su entorno, la relación
político-social durante la que se desarrolla cualquier obra y necesita de esa correlación,
intercambio constante de sucesos reales
para reflejar y transmitir los deseos e ideas de su creador/es, situar la obra
en ese espacio temporal para así crear cultura del momento.
El arte actual es
totalmente superfluo, estando subordinado a la venta, como a la moda. El
empresario decide lo que sirve y lo que no. Y el público pasivo y domado está
manipulado culturalmente, como ovejas obedientes, de lo que ofrecen sus
pastores.
La combinación de
la robotización de la sociedad vinculada continuamente a la “tecnología” y a
los medios de comunicación virtuales están creando serios trastornos en el ser
humano y sus capacidades comunicativas sociales con su entorno y entre ellos
mismos.
Todo esto ligado
a la inexistencia de un proceso cultural como tal, lleva a la sociedad a un
declive mecanizado de desinterés, desconocimiento, “atontamiento”.
Y la cuestión es
que parte de la sociedad, las personas, las masas… no conocen las herramientas para ser
conscientes y actuar en relación a su entorno.
Y ni el sistema educativo ofrece medios para transmitir un deseo de mejora en la forma de vida actual.
Y ni el sistema educativo ofrece medios para transmitir un deseo de mejora en la forma de vida actual.
El arte siendo
una de las herramientas de transformación social más potentes, no se está
aprovechando.
Es un lenguaje,
una forma de comunicar de transmitir valores, de expresarse y muchas personas
no saben usarlo o lo observan a distancia como espectadores de un espectáculo
del cuál no forman parte.
Que todos sean
partícipes, de un arte
que no sea exclusivo a los expertos.
Porque la
creación artística es un placer, es un placer como comer, beber, hacer el amor,
soñar,… un placer que todos deberían poder disfrutar creando.
Creemos un nuevo
ciclo cultural de arte reivindicativo.
Porque si el arte
existente es inútil y está vacío es por dos motivos y son ambos los
responsables:
el artista que se ha vendido, y tú que no participas.
el artista que se ha vendido, y tú que no participas.